Frente al paseo san juan aquel donde aprendí a ir en bici espero en una terraza de esquina.. degustando un ávido y ácido zumo de naranja natural...que al tragarlo quema mi garganta ardiente inflamada por algún virus otoñal...
Atardece la ciudad...
La gente sale de sus trabajos, deambula... oscurece...
Se me antoja esperar...
Por anécdotas del día...
No busques nada en los demás que primero no te sorprenda en ti...
Te salvas de sufrir...
Dos niños pequeños juegan con una cabina telefónica...
Mi abuela fue teleoperadora en el pueblo... su marido, mi abuelo estaba siempre enfermo, y vivían ellos y sus hijos e hijas en la casa del teléfono...
Seguro que mi madre jugó miles de veces con las clavijas y los agujeros...
Vuelvo a la realidad... actual...
La señora de mi izquierda tendrá unos 70 años, toma una clara sentada con un foular por el cuello...bien arreglada...peinada...perfumada...traje chaqueta impoluto y zapatos a juego...pendientes de perlas cultivadas ( lo se porque mi madre es joyera...
Y mira la gente pasar ...
Me apetece una clara de esas...
El alcohol siempre tienta.. a bajar a sus infiernos... que conlleva la rábia acumulada del ego absorvido...
Descontrolar...
Entrar en tu mente...
¿para que?
Déjate sorprender...
Mejor...
Y fumar...
Vicios...
Supremos...
Crear...
Imaginar...
Otros... vicios...
El dragón...
El proceso creativo...
De crearse a una misma...
Cada día...
Amarse, conocerse, escucharse...
Y liberarse....
El alcohol y el tabaco son anestesicos... de la realidad
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