de las verdes praderas y imponentes montañas del Valle de Pas surge la niebla blanca y espesa esta onceaba mañana de este Julio especial...
tomo el café y fumo el cigarro de mi amanecer desvocado...
suena música de hace dos primaveras en el ordenador de la cabaña que vi nacer...
ayer encontré lienzo para ilustrar lo que surja...
las yegüas me dan un tierno buenos días...
podría hacer mil cosas en medio de la montaña...
pero lo ideal sería no hacer nada...
nisiquiera escribir...
pero es imprescindible a mi esencia...
la comunicación conmigo misma...
la solución siempre está dentro de mi...
sólo tengo que disponer la música lo suficientemente alta...
se rompe la bola...
te he buscado en mis sueños cada noche...
¿me has encontrado?
ha sido larga y tediosa la búsqueda y creación de existencia...
¿me pisarás al bailar?
después de un día y una noche surgió...
y la nada me sugirió que ande con cuidado... sin precipitarme a mi abismo...
suenan todo el tiempo las campanas de las vacas...
el arte es tan simple, que no se rompe en romper la calma ajena ni propia... no dice nada importante, no grita...
está inerte entre trazos bellos delicados...
no resurge entre el odio de la gente... entre el egoísmo humano que destroza el mundo...
ante las guerras estúpidas...
nadie rompe el silencio con arte...
ese es el dolor que se carga sobre mi hombro izquierdo....
el miedo a disfrutar del momento...
dice Louise...
déjate llevar...
por el corazón, apaga la mente...
delicadamente imagino el encuentro espero que venidero... y que valiente desarmaré tu hielo de miedo con mis lábios sedientos de la delicadeza de los tuyos...
porque nada de esto fue un error...
se volvió loca con el sonido de las gotas de rocío...
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